Por fin, de la indignación a la “Spanish revolution”

Las personas que siguen este blog saben que, desde el principio, hemos animado con nuestros comentarios y aporta-ciones, a que los lectores reflexionaran acerca de que ya era hora de empezar a dejar de quejarse, sin más, y empezar a manifestar todo esa indignación a través de la acción y la movilización, si queríamos cambiar algunas de las cosas que configuran la realidad de este mundo nuestro.

Cuando publicamos Tras la indignación empieza la movilización nos alegrábamos de que, por fin, y aunque sólo fuera un pequeño movimiento intelectual, se empezaran a producir las primeras reacciones, ante la insostenible situación por la que atravesamos. Un buen comienzo, que no parecía iba a tener muchos seguidores.

Pocos pudieron presagiar el “levantamiento popular” que con el nombre de «Movimiento 15-M» (http://movimiento15m.org) se iba a producir en plena campaña electoral autonómica y municipal.

Esta vez no han sido intelectuales, ni sindicatos, ni conocidas asociaciones los que lo han comenzado. Por supuesto, ningún partido político fue capaz de hacerse eco del malestar popular (probablemente están demasiado ocupados en mirarse el ombligo y han olvidado buscar soluciones a los problemas de quienes dicen representar).

Esta vez ha sido un movimiento espontáneo, voceado a través de las redes sociales, el que ha congregado a miles de personas, convocadas por una organización de apenas unos meses de vida, Democracia Real Ya, a la que se sumaron otras muchas asociaciones de todo tipo, las que se echaron a las calles para gritarles a los políticos que están hartos y que se han cansado de que no se molesten en escucharlos.

Hay quien ha visto (siempre hay personas que necesitan de las teorías de la conspiración) oscuros apoyos y curiosas coincidencias detrás de todo esto, el tiempo lo demostrará, cuando ha sido el movimiento iniciado por una parte de la juventud, que se ha organizado al margen de los cauces establecidos para protestar, harta ya de sufrir unos índices de paro escandalosos, de tener que emigrar para encontrar un trabajo digno y justamente remunerado y de vislumbrar un futuro que parece todo menos futuro… Algunos, incluso, hablan de la generación perdida.

Esa juventud que parecía dormida, ha resucitado, y recordando antiguos movimientos, como Mayo del 68 o la Primavera de Praga, ha empezado por tomar la madrileña Puerta de Sol para extenderse a otras ciudades y, incluso, trascender nuestras fronteras.

Qué interesante es ver cómo se han organizado de forma totalmente democrática, huyendo de planteamientos demagógicos e incendiarios, convirtiéndose en un gran foro de reflexión y debate acerca de qué se debería hacer para salir de esta situación. Cómo han sido capaces de emitir un grito sordo, silencioso, únicamente mediante el movimiento de sus manos. Cómo han impedido que otras organizaciones los fagocitaran y se llevaran su protagonismo. Cómo han capitalizado toda la atención de los medios. Cómo su carácter popular ha trascendido y ocupado grandes espacios en la prensa extranjera. Cómo le han quitado una buena parte de “cuota” a los políticos en su insulsa campaña electoral, en la que no se ha oído ni una sola propuesta interesante. Cómo han organizado los espacios que han ocupado, manteniendo el orden, evitando enfrentamientos con la policía, recurriendo solamente a la educación, al respeto y al civismo. Cómo han involucrado y conseguido el apoyo de tanta gente, que se ha visto representada en su movimiento. Cómo la gente se ha solidarizado con ellos y los ha ayudado con todo lo que ha podido…

Fruto de este clima han surgido las siguientes propuestas (www.20minutos.es):

  1. Control Político: Eliminación de los privilegios de la clase política con un control estricto del absentismo de cargos electos, eliminación de la inmunidad asociada al cargo, supresión de los privilegios respecto a impuestos, años de cotización y cuantía de las pensiones.
  2. Bancos: Prohibición de cualquier rescate o inyección  de capital a entidades bancarias, devolución a las arcas públicas de todo capital público aportado y la prohibición de operar en paraísos fiscales.
  3. Servicios: Servicios públicos de calidad, con el establecimiento de un control de gastos y la supresión de gastos inútiles en la Administración. Contratación de personal sanitario hasta acabar con las listas de espera y de profesorado para garantizar el ratio de alumnos por aula, reducción del coste de matrícula en la educación universitaria, financiación pública de la investigación, y un transporte público barato, de calidad y ecológicamente sostenible. Reducción del gasto militar.
  4. Participación: Mayor participación en aspectos como el control de Internet (abolición de la ley Sinde), protección de la libertad de información, referéndums obligatorios y de gran calado por cuestiones que modifican las condiciones de vida de los ciudadanos y para medidas dictadas desde la  Unión Europea.
  5. Paro: Fomentar las reducciones de jornada, la conciliación laboral, la jubilación a los 65 años, bonificaciones para empresas con menos de un 10% de contratos temporales y el estableci-miento del subsidio de 426 euros para parados de larga duración.
  6. Impuestos: Aumento del tipo impositivo a las grandes fortunas y entidades bancarias, eliminación de las SICAV, recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio, el control de la fuga de capitales a paraísos fiscales y la promoción internacional de la adopción de una tasa (tasa Tobin) a las transacciones internacionales.
  7. Vivienda: Expropiación por el Estado y alquiler de las viviendas construidas y no vendidas, ayudas al alquiler para jóvenes y personas con escasos recursos y la cancelación de la hipoteca con la entrega de la casa al banco.

Podemos estar de acuerdo con ellas, en mayor o menor medida, pero la mayoría recogen el sentir popular, muestran un gran sentido común y ponen en evidencia la inacción y falta de compro-miso con la ciudadanía de nuestros políticos.

Evidentemente queda mucho por hacer pero si empezamos a creernos que podemos cambiar las cosas, ahora ya tenemos un ejemplo de que algo diferente a sólo quejarse se puede hacer, erradicamos nuestra indiferencia y continuamos movilizándonos, obligaremos a nuestros políticos a que gobiernen para nosotros y no sólo para todas esas fuerzas oscuras que lo controlan todo.

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Medio en serio, medio en broma por Ángel Álvarez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.

Publicado el 23 May, 2011 en Acción social, Indignación y etiquetado en , , , , . Guarda el enlace permanente. 6 comentarios.

  1. Adrián Ferrero

    Cuando surgió el movimiento 15M en los medios pensé en las continuas llamadas a la movilización y reacción del blog «medio en serio, medio en broma». Efectivamente algo está empezando a suceder y nosotros debemos formar parte de ese «algo» que cada vez tiene una forma más definida.
    ¡¡Gracias por seguir estimulándonos para conseguir avanzar!!

    • Ángel Álvarez

      Gracias Adrián. Espero que mis aportaciones hayan ayudado un poco a movilizar conciencias.
      De todos modos, cada uno desde su «día a día» puede hacer mucho, como estamos viendo.
      Un abrazo,

  2. Apoyo al 100% tu iniciativa.
    PS. Lo escribiste antes de las elecciones, ¿verdad?

    • Ángel Álvarez

      Gracias Irene. A ver si cada día somos más apoyando estas iniciativas y conseguimos abrir una brecha en este monolítico y poco plural sistema.
      Sí, lo escribí antes de las elecciones y creo que el mensaje sigue siendo el mismo, independientemente de los resultados electorales. No parece que la cuidadanía haya apostado por un cambio real, pero ha expresado su opinión y hay que respetarla y concederle a los ganadores el beneficio de la duda. Rápidamente se verá qué es lo que pueden y saben hacer.

      • Eduardo Colomer

        Sí ha habido un pequeño cambio en estas elecciones:
        En las municipales, el PP ha ganado 558 mil votos; el PSOE ha perdido 1,485 millones de votos; en conjunto, el bipartidismo ha perdido casi 1 millón de votos. 2 de cada 3 votos perdidos por el PSOE no han ido a su rival.
        Una de las propuestas (me ha sorprendido no encontrarla entre las 7 publicadas por 20 minutos) consistía en no votar a los grandes partidos.
        Más demoledor es este dato: en 2007, el 29,68% de la población que votó no lo hizo a PP o PSOE; en 2011 este porcentaje ha subido al 34,68%; o sea, 5 puntos exactos.

      • Ángel Álvarez

        Muchas gracias Eduardo por el dato que nos proporcionas que, en efecto, es tremendamente revelador.
        Me extrañó no encontrar la propuesta que apuntas entre las reseñadas, pero no me pareció oportuno incluir información que, en ese momento, no podía contrastar.
        Efectivamente, la mejor forma de acabar con el bipartidismo es votar a otros partidos. aunque todavía tenemos que conseguir algo muy importante: cambiar nuestra obsoleta ley electoral, para darles la representatividad que ganan en las urnas y eliminar esa sensación de «voto perdido» que mucha gente tiene y que es la razón de que no voten.

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