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Nos pasamos la vida negociando
Por si no te has parado a pensarlo, muchos de nuestros actos se realizan de forma automática, sin reflexión previa, negociar es una actividad cotidiana para quienes conviven en un mismo entorno o trabajan juntos. Por eso, aunque no siempre nos damos cuenta, pasamos una buena parte de nuestra vida negociando, con la finalidad de lograr un resultado más favorable para cualquier cosa que nos propongamos.
Negociábamos de niños por las cosas que queríamos: atención, algún regalo especial, un aumento de la paga semanal… Negociamos como adultos por una serie de deseos mucho más complejos pero que, examinados de cerca, se acaban convirtiendo casi en las mismas cosas que negociábamos de niños.
La negociación es una forma de comunicación humana básica y especial, cuyos resultados dependen de la claridad que cada uno tiene sobre sus necesidades, sobre las motivaciones de la otra parte, y sobre los factores que entorpecen la búsqueda de soluciones aceptables para ambos. Se produce cuando queremos algo de otra persona, o bien cuando otra persona quiere algo de nosotros. Negociamos en nuestras casas al menos tanto como en la mesa de negociación.
El maltrato del idioma que, en general hacen, los medios de comunicación
En 2013, cuando el Instituto Cervantes presentó en Madrid su libro Las 500 dudas más frecuentes del español, una obra que busca procurar la corrección del español hablado y escrito, su entonces director, Víctor García de la Concha, dijo: «Nos encontramos en una etapa de descuido en el uso del español, hablamos un español zarrapastroso«.
García de la Concha incidía en la necesidad de crear una campaña cuyo lema fuera «No maltrate el español, escriba bien, hable bien», puesto que «es una pena» que teniendo «una lengua rica en matices», los hispanohablantes se expresen «cada vez de una forma más pobre».
Asimismo, resaltaba que el «gran problema» del mal uso del idioma «proviene de la lectura», porque «la riqueza no se aprende de un libro teórico», sino leyendo.
Hasta aquí totalmente de acuerdo con García de la Concha. Pero, en mi opinión, mucho más importante que la falta de lectura, ya que, no nos engañemos, nunca ha sido algo que nos caracterice, hay otras tres causas principales que agravan la situación:
Delega para crecer y hacer crecer
En dos recientes talleres sobre productividad personal, constaté (y no era la primera vez) que muchos directivos no tienen claro qué es delegar y cómo debe hacerse. Para añadir un poco de claridad sobre este tema, trataré de dar las claves en este artículo. Espero conseguirlo y que sirva para hacer que la delegación sea más asequible.
Qué es delegar
Delegar constituye una habilidad clave para todas aquellas personas con responsabilidad hacia los demás y consiste en asignar tareas a individuos o a equipos, otorgándoles el nivel necesario de libertad y responsabilidad para realizar la tarea del modo más competente y productivo. Por tanto, delegar es confiar a los colaboradores poder de decisión y acción (por lo que está muy relacionado con el empoderamiento) y es tremendamente eficaz cuando se asignan las tareas a las personas más adecuadas.
Una buena delegación permite, tanto a quien delega, como a todo el equipo, rendir al máximo y desarrollarse para afrontar nuevos retos.
La delegación nunca es estática: dado que las tareas del equipo cambian, también el modo en que se asignan precisa de una adaptación. Asimismo, las personas se transforman y evolucionan con el tiempo, por lo que la forma de delegar en ellas también debe evolucionar.
13 buenos hábitos para aprender a escuchar
Constantemente se habla de comunicación pero, curiosamente, la mayoría de las veces sólo se hace refiriéndose a la manera de transmitir una determinada información. Pocas veces se profundiza en su esencia, en la escucha, lo que no es más que una muestra de que se le da menos importancia. Y eso que es el factor fundamental en el arte de la persuasión.
Para empezar es conveniente diferenciar entre:
Escuchar significa usar el sentido del oído para captar información o cualquier sonido del entorno. En la mayoría de los casos no pasa de oír, acto físico que normalmente no podemos evitar.
Escuchar atentamente es un acto volitivo que consiste en prestar una atención especial a la información, que llega a través del canal auditivo, para tratar de entenderla, analizarla, sintetizarla, criticarla/cuestionarla e incorporarla o no, a nuestras propias ideas y conceptos.
Muchas situaciones cotidianas no gratas en las relaciones familiares, en nuestro trabajo, con los amigos…, se podrían evitar si escucháramos mejor. Tanto a los demás, como a nuestra voz interior. Y es que la mayoría de las veces, por muy diferentes razones, no prestamos la adecuada atención a lo que sucede a nuestro alrededor, a lo que nos dicen los demás, y menos aún a lo que nos decimos a nosotros mismos, dejándonos llevar por impulsos irreflexivos y actuando de forma automática.
Cómo hacer un buen uso del correo electrónico
Hace unos días tuve la oportunidad de impartir un par de talleres de productividad personal, para profesionales del sector de seguros, y una de las cosas en las que más se insistió fue en el mal uso que se hace del correo electrónico y lo que ello supone de sobrecarga de trabajo y aumento del estrés.
Por ello, y aunque ya se han escrito numerosos artículos al respecto, el primer correo electrónico se envió en 1971, creo que no está de más presentar una serie de consejos que faciliten el correcto uso de esta indispensable herramienta de comunicación y trabajo.
Sensibilidad, emociones y talento. Claves del éxito empresarial
El pasado jueves, junto con la Cátedra de Ética Económica y Empresarial de la Universidad Pontificia de Comillas, parte del equipo de Vártina desarrollamos el acto Sensibilidad, emociones y talento. Claves del éxito empresarial.
Contexto y objetivo
Vivimos inmersos en un mundo en el que todo sucede muy deprisa y donde es difícil encontrar momentos para reflexionar sobre qué hacemos, cómo lo hacemos y, sobre todo, por qué lo hacemos. La rutina diaria, nuestra famosa zona de confort, hace que nos cueste encontrar los momentos idóneos para pararnos a pensar y, además, nos incapacita para ver las cosas de formas alternativas, con nuevas perspectivas.
“Seduce a tu audiencia”
Hoy, tras culminar el proceso de edición, sale a la venta en las librerías Seduce a tu audiencia, mi reflexión y contribución personal sobre cómo convertirse en un buen comunicador, y qué hay que tener en cuenta, aplicar y practicar para hacer que transmitir una idea consiga generar atención, entusiasmo y acción en una audiencia.
Y lo hace, curiosamente, en un momento en que el reciente tropezón olímpico ha reavivado el debate sobre la habilidad de los españoles para exponer en público.
Taller «Seduce a tu audiencia» en AJE
Una vez más, y ya van cuatro, el pasado miércoles, 28 de noviembre, acudí a la invitación de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Madrid, para impartir, a los emprendedores participantes en la quinta edición de El Club de tu Negocio, el taller Seduce a tu audiencia.
Me sorprende comprobar como, edición tras edición, el interés y entusiasmo de los participantes hace que esta cita sea una de las que más disfruto y se haya convertido en una de mis favoritas.
Desde el primer momento se creó un clima informal, de gran atención y participación (ellos eran los auténticos protagonistas), en el que todos compartimos ideas, aprendimos y nos divertimos. Por las opiniones que me trasladaron al final, creo que el germen de qué pueden y deben hacer, para que sean capaces de transmitir y vender sus ideas, con pasión y convicción, quedó sembrado.
Espero que ninguno de ellos, después del talento, valor e iniciativa mostrados en sus respectivos proyectos, falle a la hora de transmitirlos a sus futuros inversores o clientes y consigan alcanzar el éxito que merecen. Ellos están afrontando estos tiempos difíciles con buenas ideas, valentía, convicción y grandes dosis de trabajo y dedicación y, por ello, merecen alcanzar el éxito que persiguen.
Seminario en El Club de tu Negocio (AJE Madrid)
Como ya es habitual en las últimas ediciones, el pasado miércoles, 25 de abril, impartí un seminario sobre Hablar en público a los jóvenes emprendedores participantes en la cuarta edición de El Club de tu Negocio, que organiza la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Madrid.
Fue tremendamente interesante y divertido compartir con este atento y participativo grupo algo más de una hora. Tiempo en el que traté de demostrarles que cualquiera de ellos puede ser un excelente comunicador, si pone empeño y pasión y sigue unas sencillas normas.
Como siempre, lo mejor se produjo al terminar, cuando, ya de forma informal, compartiendo unos pinchos, pude charlar con todos ellos, compartir y aprender de sus experiencias, casi todas muy interesantes.
Espero que alcancéis el éxito que os merecéis por vuestra iniciativa y valentía, sobre todo teniendo en cuenta los tiempos que corren. ¡Quién dijo miedo! El futuro es de los que pelean por construirlo desde el presente.
Quiero agradecer a Javier Pernau, responsable de esta iniciativa, el seguir contando conmigo y a todos los asistentes su apoyo e interés. Fue un auténtico placer compartir este tiempo con vosotros.
Nos vemos.