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Razones para generar compromiso en los colaboradores
Aunque ya he tratado este tema en artículos anteriores, en El compromiso de los empleados es un compromiso de liderazgo y Cuida a tus empleados o se irán, puede ser conveniente darle otra vuelta y añadir algo nuevo a la reflexión anterior.
El compromiso es el lazo psicológico con el que los trabajadores reflejan su implicación intelectual y emocional con su empresa, y está directamente relacionado con su contribución personal al éxito de la misma. El compromiso es una relación de doble dirección e interés entre la empresa y el trabajador y engloba los siguientes conceptos:
- Satisfacción. Es el grado de conformidad del empleado con respecto a su entorno y al clima y las condiciones de su trabajo: tareas estimulantes, retos constantes, recompensas equitativas, posibilidades reales de promoción, condiciones ambientales, de salud y de seguridad idóneas y una buena relación con jefes y compañeros.
Cuando estamos satisfechos y con estados de ánimo positivos es cuando conseguimos una mayor productividad empresarial porque nuestros cerebros mejoran su rendimiento y somos capaces de trabajar más duro, más rápido y de forma más inteligente, debido a que la dopamina, que inunda el sistema cuando estamos contentos, tiene dos funciones: hacernos más felices y activar el proceso de aprendizaje para poder adaptarnos al mundo de una forma diferente.
- Implicación. Mide la alineación del trabajador con la visión, los valores y la cultura de la organización.
- Orgullo de pertenencia. Se muestra cuando el trabajador refleja satisfacción con la situación y el éxito de la organización.
Suele producirse cuando, al referirnos a nuestra empresa, decimos “mi empresa” y no se da cuando, en las mismas circunstancias, decimos “la empresa”.
- Vinculación. Se da cuando los trabajadores manifiestan en público un alto concepto sobre su empresa, tanto como organización para la que trabajan como hacia su marca, imagen, productos y servicios.
El compromiso de los empleados es un compromiso de liderazgo
Con frecuencia nos complicamos la vida hablando de los mil posibles enfoques para conseguir el compromiso de los empleados… Y nos olvidamos de lo sencillo que sería para las empresas lograrlo abordándolo a través de seis preguntas básicas : quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo.
Y es que, en el momento actual, la participación de los empleados debe ser el objetivo central de toda política empresarial que tenga a las personas como elemento prioritario. Y esto es así por tres buenas razones:
- Los empleados comprometidos son mucho más productivos.
- Muestran un sentido de pertenencia a la organización mucho más desarrollado.
- Su vinculación se proyecta al largo plazo.
Parece que el grado de compromiso es más importante para lograr un buen desempeño que el buen desempeño para mejorar el compromiso.
Por tanto, echemos un vistazo a estas seis preguntas básicas:
Cuida a tus empleados o se irán
Muchas veces no nos paramos a pensarlo, y no siempre se tiene en cuenta, pero el coste de reemplazar a un buen empleado es mucho mayor de lo que se piensa. Diversos estudios estiman que la sustitución del talento perdido tiene un coste de entre el 70 y el 200% del salario anual de cada empleado sustituido. Estos costes incluyen el reclutamiento, la pérdida de productividad y el pago de horas extras para completar el trabajo, las entrevistas, el entrenamiento y el tiempo que se necesita para que el nuevo empleado alcance el nivel de rendimiento requerido. Por tanto, parece claro que merece la pena mantener a los buenos empleados y que la pérdida de talento supone un duro golpe para la cuenta de resultados.
Con la potencial amenaza de «fuga de cerebros» que afrontarán las empresas a medida que mejore la situación del mercado, la clave está en construir organizaciones donde a los empleados les encante ir a trabajar y con las que a los clientes les encante hacer negocios. Y para hacerlas realidad hay que encontrar formas efectivas y medios para potenciar el compromiso y prevenir el éxodo masivo de talento.
En líneas generales, hay que mejorar la interacción con los empleados. Comunicar claramente la dirección y los objetivos estratégicos de la organización. Mejorar el estilo de liderazgo, reemplazando los viejos modelos, jerárquicos y autoritarios, por otros participativos y resonantes. Ofrecer auténticas oportunidades de desarrollo y crecimiento personal. Y mejorar los sistemas de identificación y resolución de problemas, simplificándolos y haciéndolos más rápidos.
Veamos algunas acciones concretas que te ayudarán a retener a los trabajadores talentosos de tu compañía.
Prácticas de RRHH que desmotivan y afectan el compromiso de las personas con su empresa
Cuántas empresas y directivos deberían tener este tipo de cosas muy en cuenta.
T a l e n t o en E x p a n s i ó n
La misión de todo buen departamento de Recursos Humanos es la de desarrollar el talento de personas motivadas ante la interesante oportunidad de agregar valor de negocios, desplegando su buen hacer en un trabajo con significado y sentido. Son personas que están efectivamente implicadas a un rol desafiante, desde donde pueden crecer y desarrollarse profesionalmente. Expresan su satisfacción ante el hecho cierto, de sentirse importantes y apreciadas en una organización que realmente les valora. En tiempos difíciles, manifiestan su compromiso hacia una empresa a la que sienten y asumen como propia.
Somos un equipo de alto rendimiento. Estamos comprometidos con la satisfacción de nuestros clientes
El Director General de una reputada empresa farmacológica que desde hace tiempo experimenta un tóxico clima laboral, merece aplausos de inversionistas entusiastas, cuando afirma sin rubor, que son las personas su principal activo. Líderes y directivos afanados en preservar cuotas de poder y espacios de…
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Claves para desarrollar el empoderamiento en la empresa
Aunque la globalización y la incorporación masiva de las nuevas tecnologías han impulsado cambios radicales en la gestión y cultura de las empresas, muchas de ellas piensan que tiene poco sentido aplicar programas de empoderamiento, debido a las variadas razones por las que, en muchos casos, no han funcionado:
- La empresa no conoce bien a sus trabajadores.
- Las relaciones personales no son respetuosas, efectivas ni sólidas.
- Los roles a desempeñar no están bien definidos.
- El nivel de disciplina en todos los departamentos no es el adecuado.
- El compromiso y la asignación de responsabilidades no son promovidos eficazmente
- …
Sin embargo, a pesar de los fracasos, no se puede negar que el empoderamiento, y hay muchos casos que lo manifiestan, puede liberar la energía necesaria que fomenta la iniciativa de los empleados y la generación de un fuerte sentido de pertenencia a la organización, reforzando el “sentido de cuerpo” del grupo, el sentido de comunidad de trabajo. Por tanto, antes de desecharlo, debemos analizar qué es, los malentendidos y malas prácticas que se han producido, aprender de los fracasos y construir sobre lo que de verdadero y valioso se recoge en el concepto original.
Homenaje a mi mejor maestro
Desde el advenimiento de la democracia, y ya va para “40 años”, se mantiene un permanente debate sobre la educación (ver ¿Realmente nos preocupa la educación?), pero se habla muy poco de los maestros, esos profesionales tan poco valorados, y que, en definitiva, a pesar de las leyes, los recortes y de otras muchas cosas, son los encargados de formarnos, de transmitirnos valores, de hacernos amar u odiar asignaturas, de generar respeto y admiración (o todo lo contrario) y que pasan por nuestras vidas sin pena ni gloria o permanecen en ellas para siempre.
Hoy es el momento de hablar de uno de los míos. El que me ha dejado una huella más profunda y a quien le debo muchas cosas, que he ido descubriendo y valorando a medida que voy completando mi periplo vital. Alguien a quien, a pesar de haber pasado ya varias décadas, sigo recordando con un gran cariño y admiración.